¡¡¡QUE VICEPRESIDENTE ME PUSISTE, NÉSTOR!!!

Viernes, 5 diciembre, 2008 7:00PM

Esta frase que según el ex Presidente Kirchner le endilga su esposa diariamente, en tono de reproche por haberle “puesto” de Vicepresidente a Julio Cleto Cobos, es el más contundente y patético reconocimiento de la total subordinación de la Presidenta a su marido. Más grotesca aún resulta esta afirmación si se tiene en cuenta que fue expresada por el ex Presidente en tono festivo y celebrada con risas y aplausos por Hugo Moyano y la corte de “aplaudidores” permanentes que siguen obsecuentemente al matrimonio presidencial en todos los atriles que levantan para exaltar su gestión y descalificar a los que piensan distinto.-

Pero el acto de ponerle el Vicepresidente a su esposa puede ser considerado sólo un pecado político “venial” si se recuerda que el “original” fue de ponerla en el cargo a la propia Presidenta, luego de haber realizado la elección interna presidencial más breve de la historia, ya que tuvo como protagonistas a dos personas reunidas en la intimidad del hogar conyugal domiciliado en la residencia de Olivos.-
En realidad el reconocimiento público del ex Presidente de que todo el poder pasa por sus manos no constituye una novedad para nadie, porque desde que le pasó teóricamente el mando a su esposa quedó en evidencia de que ella era una mera delegada y vocera de las decisiones de su marido. La confirmación en sus cargos de los principales hombres de confianza de Kirchner, fue la más categórica demostración de que no hubo cambio de gobierno sino una continuidad de la permanencia en el poder del ex Presidente.-
De todos modos la evidencia de la hegemonía del todopoderoso Néstor no se manifiesta solamente en la permanencia en el Gobierno de su elenco de amigos y socios del poder, además de su propia mujer, sino en la continuidad de las políticas autoritarias que impuso desde el momento en que Duhalde, en un acto de inspiración divina y de su nunca bien ponderada sapiencia política decidió hacerlo Presidente, después de eliminar las elecciones internas y de poner todos los recursos del Gobierno Nacional y de la mayoría de las Provincias en favor de quien al inicio de la campaña tenía apenas el 6% de intención de voto.-
Pese a que el slogan de la campaña presidencial de la mujer del ex Presidente en ejercicio era de que “el cambio recién empieza” y se proclamaba la mejora de la “calidad institucional”, es fácil comprobar que las prácticas hegemónicas, arbitrarias e inconstitucionales se han agravado, con sólo recordar hechos tales como:
– los índices del INDEC siguen siendo falseados de un modo bochornoso, lo que pone en duda o desmiente todos los datos oficiales sobre costo de la canasta familiar, índices de pobreza e indigencia, índices de crecimiento y de desempleo, etc..-
– se mantiene la delegación de superpoderes al Poder Ejecutivo para que pueda cambiar a su antojo las partidas presupuestarias, con lo que el Presupuesto se convierte en un instrumento meramente formal y carente de seriedad y credibilidad;
– la reglamentación de los decretos de necesidad y urgencia perpetrados por la ley 26.122 torna ilusorio el control del Congreso sobre los mismos, potenciando de ese modo los arbitrarios y abusivos superpoderes;
– la modificación del Consejo de la Magistratura le ha dado todo el poder al Gobierno para nombrar y destituir jueces, como lo ha denunciado la Asociación de Magistrados. Es por todos conocido que el diputado Carlos Kunkel, ex integrante de la banda de montoneros, ejerce presiones sobre los jueces para que actúen contra el ex Presidente Menem y otros adversarios políticos y manden al archivo las numerosas denuncias contra los actuales funcionarios kirchneristas;
– las amenazas, prepotencia y agresividad del tristemente célebre Moreno (¿porqué lo habrán apodado “Patota”?), sin olvidar por cierto al inefable D ‘Elía, son reveladores del nivel que tiene el Gobierno en materia de cultura y convivencia cívica y política.-
– la confiscación alevosa de los fondos de los trabajadores que voluntariamente depositaron sus aportes jubilatorios en las AFJP, constituyó un grave ataque no sólo al derecho de propiedad sino al de la libertad de elección que había proclamado el propio Gobierno;
– las medidas arbitrarias restrictivas y dañinas que se mantienen contra el campo, por haberse opuesto al arbitrario despojo propiciado por el resolución 125, no sólo perjudican a los agricultores sino a todo el país, en un momento en que más se necesitan esos recursos;
– los permanentes ataques, descalificaciones y discriminaciones contra los periodistas y medios de difusión que se atreven a criticar al Gobierno, incluido el bloqueo impuesto por un gremio aliado para impedir la salida de dos importantes diarios, revelan que sigue vigente la idea inicial del ex Presidente Kirchner de imponer el pensamiento único.-
Podríamos seguir enumerando las acciones y conductas arbitrarias que han generado el actual clima de incertidumbre, inquietud e inseguridad que hoy vivimos en nuestro país y que han obligado al Gobierno a anunciar pomposamente una catarata de medidas, pese a que la Presidenta había proclamado durante su tour en Estados Unidos que estábamos muy bien y que no necesitábamos de ningún “Plan B”.-
Pero volviendo al comienzo de esta nota podemos afirmar que el problema del Gobierno no es el Vicepresidente que Néstor “le puso a Cristina”, el que por otra parte salvo su “voto no positivo” sobre la resolución 125 es políticamente inofensivo, sino que en la cúpula del poder real se encuentra una persona que no ha sido votada a tales fines y que desde la residencia que comparte con quien ejerce el poder formal, maneja todos los resortes del Gobierno, incluyendo recursos y funcionarios, convirtiendo a nuestro sistema institucional en una parodia de República.-