Proyecto de ley sobre la derogación de la Ley 20.840 de subversión económica. Tratamiento sobre tablas y en particular

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30 de mayo de 2002
13ª Reunión – 7ª Sesión Ordinaria

Sr. Menem. ֫— Señor Presidente: No iba a intervenir en el tratamiento sobre tablas porque, desde luego, ya he adoptado la posición de votarlo a favor. Pero como aquí se han deslizado conceptos que en algunos casos estimo hasta agraviantes, creo que debo hacer ciertas reflexiones sobre el particular.
En primer término, me quiero referir al sentido del tratamiento sobre tablas. Lo estamos apoyando, porque no existe dictamen de comisión, lo cual quiere decir que si este se produce en el transcurso de estos días, el tema podría tratarse la semana que viene. Entonces, el tema del tratamiento sobre tablas, desde este punto de vista, no es una cuestión de vida o muerte sino una cuestión práctica.
Aquí se habló de extorsiones y de chantajes. Pero como bien dijo la señora senadora por Formosa, creo que es indigno afirmar que algún senador está siendo víctima de una extorsión o de un chantaje. Creo que todos estamos actuando por convicción. Algunos estarán a favor de esta norma y otros en contra, pero lo peor que podemos hacer es faltarnos el respeto.
En ese sentido, el señor presidente hizo leer el artículo 204 del Reglamento. Sin embargo, yo creo que muchos deberían leer el 198, que habla del respeto que nos debemos tener los legisladores, en el sentido de que no se deberían hacer alusiones irrespetuosas o imputar móviles ilegítimos detrás de las posiciones que sustenta cada senador en el recinto.
Así como afirmo que no hemos sido víctimas de ningún chantaje o extorsión, también debo decir con absoluta sinceridad que me ha sorprendido cierto legislador preopinante al ejercer presión sobre la bancada de la Unión Cívica Radical con motivo de la decisión de algunos de sus miembros de facilitar el tratamiento sobre tablas. Realmente, me parece que eso no está bien, porque, en definitiva, facilitar el tratamiento sobre tablas o posibilitar la formación del quorum en esta sesión, como muy bien dijo el señor senador por Río Negro, es casi una obligación de los legisladores. Para eso estamos representando a nuestra gente. Es decir, para venir a sentarnos en nuestras bancas, para fijar nuestras posiciones y para contribuir a la elaboración y sanción de las leyes
Si bien respeto a quienes no facilitan el tratamiento sobre tablas, creo que también merecen respeto quienes lo posibilitan. En definitiva, estimo que estos últimos están más cerca de la democracia que aquellos otros. ¿Por qué? Porque si se niegan a apoyar el tratamiento sobre tablas, debe ser porque están seguros de que la votación final puede resultarles desfavorable. Entonces, quieren dilatar el tratamiento de este asunto.
Por otra parte, desde el punto de vista práctico, quiero decir que si hoy no tratamos sobre tablas este proyecto, lo podremos hacer la semana que viene en un tratamiento ordinario. Entonces, pregunto, ¿qué habrían ganado quienes se opusieron hoy a su consideración? Por el contrario, puedo decir lo mucho que se perdería. En efecto, perderíamos tiempo, se debilitaría al gobierno y se alejaría la posibilidad de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Incluso, me acaban de informar que el valor del dólar está subiendo de precio porque se ha corrido el rumor de que este Senado no va a sancionar la derogación de la ley de subversión económica. Obsérvese, entonces, si tiene o no importancia el hecho de considerar hoy la derogación de esta ley. ¿A cuántos está perjudicando esta demora?
Además, quienes estamos a favor de esta norma la semana que viene la vamos a apoyar y, quienes están en contra, la van a rechazar. Entonces, ¿por qué no tratarla hoy? ¿Cuál es el sentido de la negativa a apoyar el tratamiento sobre tablas? ¿Es o no atentar contra las mayorías? Y es sabido que el predominio de la mayoría es la regla de oro de la democracia.
Por eso, me pareció incorrecto pretender presionar a ciertos senadores diciendo que votan con otra parte del cuerpo que no es la mano. Creo que es más digno eso, que a veces levantar la mano y votar sabiendo que se causa un daño.
Asimismo, aquí se ha cuestionado acerca de cómo hace cinco años se pudo votar a favor de la derogación de esta ley y hoy se vota en contra. Se ha dicho que fue por razones de oportunidad; que en 1997 era oportuno y hoy no lo es, debido a que hay banqueros procesados.
No sé si les faltará información a los que dicen eso, pero en 1997 también había banqueros procesados y estaba en juego el famoso caso del Banco de Mendoza, que todos conocen. Entonces, los que firmaron y votaron afirmativamente en 1997, ¿estaban a favor de los banqueros procesados y detenidos del Banco de Mendoza?
Se ha dicho que si en el país hubo inversiones durante tantos años sin necesidad de derogar la ley de subversión económica, ¿por qué ahora se la debe dejar sin efecto? Les voy a contestar con el mismo argumento: por razones de oportunidad. Porque cuando venían las inversiones no había inseguridad jurídica, no estábamos en default ni había semejante precariedad institucional, que provocó la existencia de cinco presidentes en poco tiempo, como bien se ha dicho. Entonces, por razones de oportunidad, el Fondo no pedía esta derogación y ahora sí lo hace. Además, como auditor de los acreedores, quiere que haya seguridad jurídica.
Señor presidente: todos saben que esta ley —y nadie puede decir lo contrario— de tipo penal abierto, que es peligrosa y autoritaria, como lo decía el señor presidente Alfonsín en el mensaje que acompañó el proyecto de ley de defensa de la democracia, crea inseguridad jurídica, porque puede admitir la persecución por razones ideológicas. En consecuencia, desde luego que hay una cuestión de oportunidad.
Me permito decir esto con autoridad, porque cuando voté en 1984 y cuando presenté un proyecto de ley en 1997 no lo hice por una exigencia del Fondo Monetario Internacional—que no la había en aquel entonces— sino por una íntima convicción: la de que esta ley debe estar en el tacho de los desperdicios del régimen jurídico en virtud de que es abiertamente inconstitucional, ilegal y afecta el principio de legalidad
Por eso, pienso que hoy es la oportunidad de derogarla. ¿Por qué esperar siete días a fin de tener la mayoría simple para proceder a su derogación? Hoy se puede tratar perfectamente y, si la mayoría se pronuncia en ese sentido, no estaremos más que ante el juego de la democracia. ¡Admitamos el juego de las mayorías!
Si como dice alguien, se envió un avión a buscar a un legislador para alcanzar la mayoría, estará en todo su derecho y no sé si esta demora en el tratamiento sobre tablas será una idea de alguno para ganar tiempo.
Si tienen la mayoría no se derogará, pero lo que está claro es que hoy debe ser tratada sobre tablas, hoy debe considerarse y, en ese sentido, dejo sentada mi posición en favor de votar favorablemente. (Aplausos en las bancas y en las galerías.)
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Sr. Menem. ֫— Señor presidente, distinguidos colegas: esta ley ya la hemos tratado en general. Hoy la estamos considerando sólo en particular, razón por la cual creo que deberíamos remitirnos a lo que expresáramos en nuestra exposición en aquella oportunidad.
Debo decir que ninguna de las argumentaciones que hemos escuchado en aquella sesión ni en esta instancia han rozado en lo más mínimo nuestra posición en el sentido de que esta Ley de Subversión Económica que hoy queremos derogar constituye una lacra para el sistema jurídico argentino. Desde el punto de vista jurídico, nadie ha podido argumentar un solo fundamento serio para determinar que esa ley merezca estar en algún sistema jurídico del mundo, no sólo de la Argentina. Y tan es así que no hay en el derecho comparado un solo país que tenga un tipo penal como este que hoy estamos tratando de derogar.
Sobre esto quiero hacer una aclaración. Aquí se ha mencionado como un paralelo la ley Sherman. No tiene nada que ver la ley Sherman de los Estados Unidos. Es una ley antimonopolio. No tiene nada que ver con este mamarracho jurídico que es la ley 20.840.
He sido partícipe cuando votamos la ley de defensa de la democracia. Esta exigía que derogásemos la ley de subversión económica porque estaba en contra de la democracia. Si estaba en contra de la democracia en 1984, ¿por qué, hoy, va a estar a favor de la democracia?
Parece que se han olvidado. Recuerdo que al mandar el mensaje el Poder Ejecutivo, decía este hombre que hoy nos honra con su presencia, el doctor Alfonsín, que las leyes a derogar constituyen casos de normas de inequívoca inspiración totalitaria, cuya amplitud y elasticidad se prestan a la persecución ideológica de disidentes. ¿Qué es lo que ha cambiado? ¿O me van a querer convencer de que este es un problema de oportunidad? Que antes era oportuna y que ahora no lo es.
Digo que más que oportunidad es oportunismo, porque aquí se ha hecho una campaña en contra con malas artes, se han hecho raids televisivos haciendo creer a la gente que aquí se busca la impunidad de banqueros y es una mentira. Lo afirmo rotundamente: ¡es una mentira!
Esta ley no consagra la impunidad de nadie. Aquí se han explicado todos los tipos penales que pueden atrapar las conductas delictivas y el Procurador Fiscal ya ha dado instrucciones a los fiscales para que recaratulen las causas, porque tienen las figuras del artículo 172, la del 173, incisos 2º y 7º, la del 178. Hay un arsenal de figuras jurídicas a aplicar. Si alguien sale en libertad no es porque se derogue la ley de subversión económica, sino porque ha sido decisión de los jueces por otro motivo que a mí no me interesa averiguar en estos momentos.
Todo lo demás es política. Todo lo demás es campaña. Todo lo demás es el doble mensaje. Todo lo demás es la hipocresía. Todo lo demás es aquello de que “miente, miente y algo quedará”.
No acepto y rechazo en forma indignada esta imputación de que estamos queriendo favorecer a alguien. Voto con la misma convicción con que lo hice en 1984 y en 1997 acompañado por algunos que hoy se echan atrás y que tratan de explicarse con razones de oportunidad; yo digo, de oportunismo. Voto por convicción, porque esta ley viola principios fundamentales del estado de derecho; viola el principio de legalidad, principalmente.
Viola el principio de legalidad, el principio del artículo 18 de la Constitución Nacional, que no sólo exige que haya una ley previa, anterior al hecho del proceso, sino que esa ley tipifique el delito en la forma que lo explicaba magistralmente el alemán Beling, que tiene que haber una tipicidad. ¿Qué tipicidad hay en esta ley amplia, tan amplia como la imaginación de jueces, que van a querer y que han hecho verdaderos escándalos de algunas causas para salir en los medios? Me refiero a estos jueces y fiscales mediáticos. Dos condenas sólo en veintiocho años de vigencia de la ley. Esto significa que había otros tipos penales. ¿O es la primera vez que hay banqueros procesados? Los hubo en el 84, en el 97 y los hay ahora. Un juez tiene todo un arsenal para aplicar sin necesidad de recurrir a la ley de subversión económica.
Por eso, señor presidente, no creo que valga la pena extenderme. Ya lo dije en aquel debate del 9 de mayo. Desde el punto de vista jurídico, esta ley es indefendible e insostenible. Por eso algunos dicen que este no es un problema de derecho, sino un problema político y hablan de la oportunidad. Nunca deja de ser oportuno sacar del ordenamiento jurídico aquellas leyes que violan principios elementales, que atentan contra la seguridad jurídica. Es claro por qué nos piden que deroguemos esta ley, porque atenta contra la seguridad jurídica. Estamos en default, en una situación precaria. ¿Qué inversor va a venir a este país y quedar al arbitrio de un juez que le aplique la ley de subversión económica, porque con afán de lucro pone en riesgo el patrimonio de su empresa, como dice la ley? Esta es una verdadera aberración jurídica que no tiene parangón en ningún país del mundo.
Más aún: si tuviéramos el caso de algún banquero prófugo y un juez de la Argentina enviara un exhorto para extraditarlo por aplicación de esta ley, ningún juez extranjero va a conceder la extradición, porque este tipo penal no está contemplado en la legislación de ningún país. Pero sí lo podrán traer al país si se pide la extradición por administración fraudulenta, por estafa, por vaciamiento o por otras defraudaciones en los términos del artículo 178 del Código Penal o por retención indebida. Entonces, yo podría decir con esa misma irresponsabilidad —que no tengo—que algunos de los que van a votar en contra de la derogación de la ley de subversión económica realmente quieren favorecer a los banqueros. Pero no lo voy a hacer, porque no voy a pensar en la irresponsabilidad o en la mala intención de nadie.
Quiero recordar, como lo hice en la sesión anterior, que en un caso muy sonado de la provincia de Córdoba algunos abogados defensores pedían para sus defendidos que les aplicaran la ley de subversión económica y no la de administración fraudulenta, que se les aplicaba en concurso real y que habría hecho que recibieran muchos más años de cárcel que en caso de que se les aplicara la ley cuya derogación estamos propiciando.
Repito: estoy votando por convicción, porque quiero vivir en un país con Estado de Derecho y con seguridad jurídica. No me importa si esto coincide con lo que pide el Fondo Monetario Internacional o no. Antes de ello, ya tenía esta posición. Por eso, voy a votar con toda convicción, rechazando las infames acusaciones que se han hecho en el sentido de que estaríamos queriendo favorecer la libertad de alguien, porque ello implica ni más ni menos que imputar actitudes que no tienen nada que ver con lo que debe ser nuestra función de parlamentarios. (Aplausos.)

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