Proyecto de comunicación sobre venta del avión presidencial Tango 01

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23 y 24 de agosto de 2000
46ª Reunión – 16ª Sesión ordinaria
Diario de Sesiones – Páginas 4324 a 4329

Sr. Menem. — Señor presidente: este orden del día se refiere a un proyecto de comunicación que presenté oportunamente por el cual solicitaba que se dejara sin efecto la decisión del Poder Ejecutivo de vender el avión presidencial conocido como Tango 01.
He querido hacer estas consideraciones, señor presidente, porque mucho se habló respecto de esta cuestión que ha servido para atacar al anterior presidente de la Nación y al gobierno y también se ha utilizado de spot publicitario para la campaña política. Se ha hablado con total ligereza y liviandad, señalándose que se trataba de un aparato frívolo, para el lujo y la ostentación
Pero ahora que se ha llegado al momento de venderlo se han dado cuenta, después de pedir muchos informes, que es un instrumento de trabajo de suma utilidad para el presidente de la Nación, dado que está dotado de todos los elementos de confort y de seguridad, a tono con la jerarquía presidencial. En consecuencia, no ha sido un despilfarro ni un gasto innecesario o superfluo, como tantas veces se ha dicho.
Como decía, este tema ha sido utilizado como spot para la campaña presidencial sin conocer absolutamente nada de las características del avión ni del que podía venir en su reemplazo.
Por eso, cuando el actual presidente decide vender el avión pide informes a la Casa Militar, la cual efectúa un estudio exhaustivo de todas las opciones de sustitución del actual Tango 01. El presidente de la Nación entendía que tenía que comprar un avión más chico, tipo ejecutivo, que estuviera a tono con la austeridad del actual gobierno.
El informe de la Casa Militar es terminante no sólo respecto de la conveniencia de no vender este avión sino que se destacan las bondades que tiene, todo el equipamiento que se le ha hecho, en materia de capacidad de carga, de aviónica y de todos los adelantos que se le han incorporado, que no constituyen un lujo sino que son para seguridad del presidente de la Nación.
Haciéndose un estudio comparativo de precios, se llega a la conclusión de que es mucho más económico mantener el actual avión presidencial que adquirir otro, que saldría un precio similar al del actual pero con muchas menos prestaciones, empezando por la capacidad de pasajeros. El actual puede llevar más de treinta pasajeros y aquellos, sobre los que se ha pedido la opción, están entre ocho y catorce pasajeros como máximo. La capacidad de carga, la autonomía de vuelo, en fin, todos los datos que están en el expediente y que responden al informe hecho por la Casa Militar revelan la inconveniencia de la venta de esta máquina y la necesidad de que quede para uso del presidente de la Nación.
De este modo queda borrada toda la leyenda y las barbaridades que se dijeron oportunamente acerca de la adquisición de esta máquina que, repito, es una herramienta de trabajo destinada para uso del presidente de la Nación y de integrantes del Poder Ejecutivo, y que no es un elemento superfluo como tantas veces se ha dicho sin tener ningún conocimiento de causa.
Vamos a terminar diciendo que por esta compra se lo tendría que felicitar al gobierno anterior y no denostarlo como tantas veces se ha hecho. Por eso creo, señor presidente, que corresponde aprobar este proyecto de comunicación.
Por otra parte, tengo entendido que el presidente de la Nación, sobre la base de este informe de la Casa Militar, ya habría decidido que no se venda este avión porque, además, habría un informe de la SIGEN en el mismo sentido.
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Sr. Menem. — Señor presidente: quiero poner el tema en su justa dimensión.
No es que yo le esté haciendo algún cargo al actual presidente de la Nación; estoy queriendo justificar que la compra de este avión, que fue cuestionada con tanta ligereza, por falta de información, en contra del anterior presidente, constituyó un episodio que fue usado en la campaña presidencial y que ha quedado totalmente desvirtuado con este informe. No es que yo esté atacando al actual presidente; al contrario, le estoy facilitando la posibilidad de tener esta herramienta de trabajo, sin que tenga que asumir los costos de los ataques y de las críticas que recibía el anterior presidente cada vez que usaba el avión.
En segundo término, no es cierto que por este avión no se puedan obtener 30 millones de pesos, si la base que habían fijado para venderlo —y esto tiene sustento en el informe del jefe de la Casa Militar que estuvo aquí, en la comisión— era de 49 millones de pesos. Esa era la base que se le ponía.
En tercer lugar, no es cierto bajo ningún punto de vista que estemos tratando de sacarle algún peso moral al presidente de la Nación o que él lo haya pedido. Él no lo ha pedido en absoluto; éste ha sido un gesto espontáneo de mi parte. Más aún: en mi proyecto yo había puesto, como un segundo párrafo, que se liberara al presidente de su compromiso electoral con el afán de facilitarle libertad en este tema. La Comisión —creo que con muy buen criterio— eliminó esta segunda parte, porque ha considerado bien que no somos nosotros quienes lo vamos a liberar de los compromisos electorales; en todo caso, será el pueblo el que juzgará estas actitudes.
Pero en modo alguno ha sido el pedido del presidente de la Nación ni tampoco lo debemos entender como que hemos querido efectuarle un cargo ni hacerle algún tipo de imputación. Simplemente, quiero hacer justicia con la adquisición que en su momento se hizo, ya que fue tan duramente castigado el anterior presidente cada vez que hizo un viaje, y hoy vemos que se ponen las cosas en su lugar. Lo único que agregaría es el pedido de que cuide muy bien este avión para que lo pueda usar el próximo presidente peronista en el año 2.003.

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