Informe sobre la reunión de la Unión Interparlamentaria

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Sesión 28 de abril de 2004
8ª Reunión – 6ª Sesión ordinaria

Sr. Menem. — Señor presidente: realmente corresponde que brinde el informe el presidente de la delegación, el senador Puerta. De todos modos, este informe será preliminar dado que durante todos los años en los cuales presidí la comisión, el informe se realiza por escrito una vez que se reciben las copias traducidas de las resoluciones que se adoptan, ya que los dos idiomas oficiales son el inglés y el francés. Por esa razón, luego hay que traducir todo al idioma español.

En consecuencia, sin perjuicio de ese informe que se presentará oportunamente, quiero referirme brevemente a las actividades desplegadas por la delegación argentina en la Unión Interparlamentaria.

Nuestro país estuvo representado allí por los señores senadores Ramón Puerta, Mario Losada y Pedro Salvatori, por la señora senadora Mabel Müller y por quien habla. La reunión se desarrolló en México, Distrito Federal, entre el 18 y el 23 de abril del corriente año. Fue una reunión muy fructífera, que se desarrolló sobre la base del temario previamente elaborado.

Quiero aprovechar esta oportunidad para decir unas pocas palabras sobre lo que es la Unión Interparlamentaria, porque muchas veces he advertido que no se ha difundido bien su significado. La Unión Interparlamentaria convoca a los parlamentos de ciento cuarenta y cinco países. Es la única representación legislativa que tiene nivel mundial, porque agrupa a los parlamentos de todos los países que se encuentran en democracia. Además, la Unión Interparlamentaria está integrada por miembros asociados, entre los que se cuentan los parlamentos que agrupan a distintos parlamentos regionales, como el Parlatino, el Parlamento de la Comunidad Europea, el Parlamento Andino y el Centroamericano, y además hay distintas entidades que son observadoras. En efecto, hay países, grupos o comunidades que están admitidos como observadores, por ejemplo, el Estado Palestino está admitido como observador al igual que distintas organizaciones no gubernamentales.

Los objetivos de la Unión Interparlamentaria consisten en luchar por la paz y la cooperación entre los pueblos y por el firme establecimiento de instituciones representativas. Se trabaja para fortalecer las estructuras parlamentarias en todo el mundo; es decir, no sólo tratan de fortalecer las existentes, sino que muchas veces han contribuido para que los Parlamentos recién instalados puedan funcionar correctamente.

En nuestro país hemos recibido apoyo de la Unión Interparlamentaria cuando se quiso hacer esta reestructuración para modificar el Reglamento; también hubo informes que prestaron sus miembros.

La Unión Interparlamentaria tiene una estructura muy simple. Consta de una Asamblea, conformada por el plenario; una Comisión Directiva, donde están representados todos los países por medio de tres representantes; un Comité Ejecutivo, que es el que maneja la parte administrativa y hace las propuestas a la Comisión Directiva y una Secretaría General. Además hay comisiones especiales, por ejemplo, la vinculada con el tema de Medio Oriente, la de Seguridad y Desarrollo en el Mediterráneo, la Comisión de Mujeres Parlamentarias, el comité que defiende los derechos humanos de los parlamentarios ante las violaciones que se cometen en algunas partes del mundo cuando se encarcela a los parlamentarios y no se les deja ejercer sus funciones. Ese comité preserva los derechos de los parlamentarios.

Además, una de las funciones importantes que tiene la Unión Interparlamentaria consiste en promover, difundir y consolidar lo que hemos dado en llamar la diplomacia parlamentaria; es decir, esas relaciones con los estados, al margen de la diplomacia convencional, que muchas veces no soluciona los problemas y que sí resolvemos los parlamentarios. ¿Por qué? Porque en los parlamentos está la pluralidad democrática y hay representantes de distintos sectores políticos. Entonces la representación parlamentaria es la expresión genuina de lo que piensa un país, y se entiende con las representaciones genuinas de los otros países. Por ejemplo, nosotros tenemos la experiencia reciente, en ocasión del último conflicto limítrofe con Chile, el de los hielos continentales, el cual se resolvió primero a través de las reuniones de los parlamentarios, que cumplieron una extraordinaria gestión. Y así los parlamentarios cumplen una función a nivel diplomático, fuera de la diplomacia convencional, que logra resultados muy importantes.

Justamente, la Unión Interparlamentaria está promoviendo la difusión de esta diplomacia parlamentaria.

Debo decir que la Asamblea Parlamentaria ha creado tres comisiones permanentes en la última modificación que se llevó a cabo en Santiago de Chile. Las tres comisiones permanentes que están trabajando son las siguientes: la Comisión de Paz y Seguridad Internacional, la Comisión de Desarrollo Sostenible, Finanzas y Comercio y la Comisión de Democracia y Derechos Humanos. Estas comisiones permanentes están dirigidas por un presidente y cinco vicepresidentes, los cuales representan a seis grupos geopolíticos que, a su vez, representan a otras tantas regiones.

En la reunión de México quien les habla ha tenido el honor de ser reelegido como presidente de la Comisión de Paz y Seguridad Internacional, cargo para el que fui elegido en la anterior asamblea realizada en la República de Chile. Al respecto debo señalar que hemos desarrollado un temario importante y con satisfacción puedo decir que nos fue bien, dado que en ella se han tratado los temas más candentes de la actualidad. En un mundo conflictuado como el que vivimos, los actos de terrorismo, las situaciones como las que vive Irak o los conflictos como el palestino, ponen en peligro la paz y la seguridad internacionales. Estos temas son abordados por la mencionada comisión que tengo el honor de presidir en representación de este Senado de la Nación, de la República Argentina y del grupo latinoamericano que me propuso para este cargo.

El tema que nos tocó tratar en la primera comisión, y que desarrollaremos después —hoy voy a dar los títulos nada más—, fue “Promoción de la reconciliación internacional, ayuda para dar estabilidad a las regiones en conflicto y asistencia para la reconstrucción después de un conflicto.”. La Comisión de Desarrollo Sostenible, Finanzas y Comercio trató el tema “Hacia un ambiente equitativo para el comercio internacional, los problemas del comercio de productos agrícolas y el acceso a medicamentos básicos.”. La Comisión de Democracia y Derechos Humanos trató el tema “Avance de la democracia parlamentaria a fin de proteger los derechos humanos y alentar la reconciliación entre los pueblos y la asociación entre las Naciones.”. Y luego, como se hace todos los años, hay un punto de emergencia que para ser tratado requiere una mayoría calificada, respecto del cual hubo una votación muy dividida y se impuso el punto que trató “El papel de los Parlamentos en el cese de los actos de violencia y la construcción del muro de separación [refiriéndose al que se está haciendo en Israel], a fin de crear condiciones que conduzcan a la paz y a una solución duradera para el conflicto palestino-israelí.”.

Todos estos temas fueron aprobados en las comisiones y luego llevados al plenario de la Asamblea que, en definitiva, los aprobó prácticamente por unanimidad, con una ligera reserva hecha por algunos países.

Quiero decir que me ha parecido muy importante el tema de la reconciliación planteado en mi comisión, porque esta es la idea fuerza que predomina hoy en las relaciones internacionales. Ya no basta con la paz. La paz es muy importante. Pero para que realmente se proyecte hacia el futuro tiene que haber reconciliación, porque es lo único que va a posibilitar echar los cimientos de un orden internacional más justo y que se proyecte hacia el futuro. La reconciliación vendría a ser el corolario de la paz. Para que haya reconciliación tiene que darse una serie de condiciones que se han ido explicando, estudiando y analizando en mi comisión, por ejemplo, el tema del perdón. Y se habla de perdón y no de olvido. Se hace referencia también a la necesidad del castigo de todos los crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra. Para eso en la comisión también se estableció como un tema sumamente importante el apoyo que deben dar todos los parlamentos de los diferentes países a la Corte Penal de Roma y a la implementación del Tratado de Roma, como una forma de establecer un tribunal imparcial que juzgue los crímenes de guerra para que no tengan que ser juzgados por tribunales creados ad hoc con posterioridad al conflicto y respecto de los cuales siempre se ha dudado de su parcialidad.

En definitiva, en este tema de la reconciliación los tres títulos están vinculados, porque no puede haber estabilidad si no hay reconciliación y no puede haber reconstrucción si no hay estabilidad. Hay una secuencia lógica entre los tres títulos que fueron los temas desarrollados en mi comisión, en donde había representantes de los países en conflicto y pudimos llevar adelante un debate maduro, civilizado, en el que varios tuvieron que ceder posiciones en aras de lograr una resolución que contemple los intereses de todos.

En definitiva, en el debate en general, que también tenía que ver con la reconciliación y la asociación, habló el presidente de la delegación, el senador Ramón Puerta, que habrá hecho llegar el discurso que pronunció. Seguramente luego hablará del tema que trató en este debate general, en el cual cada delegación tenía ocho minutos para exponer.

Participamos en las reuniones del Grupo Latinoamericano, que está presidido por un uruguayo, el diputado Juan Máspoli. Todos los senadores han tenido una gran participación. La senadora Mabel Müller fue una permanente asistente en la Comisión de Mujeres, en la que fue designada en el Comité de Coordinación.

Un dato importante es que en la Unión Interparlamentaria se le da un papel fundamental a la participación de la mujer, a punto tal que exige que todas las delegaciones lleven integrantes mujeres. Por ejemplo, la comisión directiva está integrada por tres miembros por cada país, pero no pueden ser personas del mismo género, caso contrario se le disminuye el número de votos a dos. Es decir, hay una exigencia de la presencia de los dos géneros en el comité directivo y en todas las reuniones de la Unión Interparlamentaria.

El senador Salvatori fue nombrado en el comité de redacción de la Comisión NE 1, que es la que presido. El senador Mario Losada intervino en la Comisión de Derechos Humanos. De manera que toda la delegación ha tenido una participación muy activa. Creo que podemos estar satisfechos.

Oportunamente presentaremos la traducción oficial de las resoluciones que han adoptado las tres comisiones y también del punto de emergencia que se aprobó.

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